Este maravilloso vasto y rico virreinato que hoy recibimos de nuestro gran conquistador Hernán Cortés de Monroy, primer Marqués del Valle de Oaxaca, quien nos dejó una Nueva España, que iba desde lo que hoy es el estado de Arkansas en los Estados Unidos, hasta centro América Central, y por la costa del Océano Pacifico, llamado en ese momento El Mar del Sur, del cual Cortés por orden del rey Carlos V, fue nombrado su adelantado. Incorporamos a la Nueva España las muy lejanas Islas Filipinas, que por 250 años fueron una capitanía más de este nuestro Virreinato. Este nuestro rico y vasto continente, que comprendía a los Virreinatos Hispanoamericanos, se encontraba constantemente asediado por todos los enemigos de la Corona Española locales y extraños, que con gran avaricia pretendían robar de sus vastas arcas, lo que estos virreinatos lograban producir en incalculables tesoros que con su labor y trabajo en ellos se producía. Por ello y en su defensa fue dividida la salvaguarda de sus costas para poder garantizar la producción y la protección del comercio entre estos vastos y ricos virreinatos. Se construyeron gran cantidad de barcos tanto como para satisfacer un intenso comercio marítimo como para poder proteger sus costas. Las costas se encontraban con un intenso comercio a ser protegidas por la flota de Barlovento, que pertenecía a la Flota de Indias, la cual llevaba y traía innumerables mercancías y tesoros entre Nueva España con todos los virreinatos del cono Sur de América, lo mismo que barcos militares, defensivos e invasivos. Muchas de estas flotas salían de Veracruz, vía Cuba o eran enviadas directo a Sevilla donde se encontraba la Casa de Contratación. Las vastas costas de ambos océanos que rodean las Américas se encontraban llenas de las rapaces flotas, en su mayoría de procedencia inglesa, que se dedicaban a costear las Américas para poder localizar, perseguir, prender y saquear a los barcos españoles, quienes comerciaban intensamente por la parte del Océano Pacifico, donde su principal ruta, el muy mencionado siempre Galeón de Manila o de Acapulco, con sus dos terminales donde intercambiábamos maravillosos marfiles, filigranas de oro, medicinas y una gama extensa de objetos y necesidades, tanto de un continente al otro, partiendo de Acapulco a Manila con un pesado cargamento de Plata, colorantes, etc. Corsarios, piratas y bandoleros con Patente de Corso, enemigos de España, algunos connotados como Sir Walter Raleigh, Cavendish, Anson, Trapper y muchos más, realizaban intrincadas persecuciones y cruentas batallas navales, llegando a tomar control de esos galeones de riquísimos cargos, cuyos tesoros consternaban los mercados, enriqueciendo a ciudades enteras. Matías de Gálvez (1717-1784) quien como Capitán General del reino de Guatemala, nombro en 1779 como segundo comandante a Juan de Ayssa. En 1780 Ayssa perdió primeramente la batalla de El Castillo de San Fernando en Omoa, en la bahía de Honduras, frente al acecho ingles comandado por el mencionado lord Horatio Nelson quien desembarca y asedia a Ayssa, derrotándolo por el momento. Mas la enorme insalubridad del lugar acaba venciendo a las tropas inglesas que pretendían el dominio de América Central como ruta estratégica de comercio sobre las Américas, como hoy históricamente lo ha demostrado Panamá con su canal. Al efectuar la reconquista del Castillo, Matías de Gálvez y Juan Ayssa vencieron a los invasores ingleses, entre los que destacaba un infalible joven, ya mencionado, de 23 años llamado Horatio Nelson (1758 – 1805), quien desde los 20 años ya tenía mando, fue derrotado y expulsado de la zona invadida. Por sus hazañas, Gálvez, es nombrado General de los Ejércitos Españoles en la parte central de las dos Américas y encargado de salvaguardar las costas Sur del Atlántico en la parte de Centro América denominada El Castillo, y específicamente la desembocadura del Rio San Juan de Nicaragua, todo lo cual hizo y ejecutó diestramente, como aquí ya se ha mencionado. Al haberse efectuado la victoria inglesa ya mencionada, la cual fue breve y donde Lord Nelson fue de los primeros en caer enfermo por las condiciones insalubres. La mortandad en las tropas inglesas fue de 3000 hombres, siendo una de las batallas más costosas para los ingleses. Horatio Nelson, el icono militar mas importante del Panteón militar Naval del Reino Unido, donde durante toda su carrera militar está, fue en Nicaragua contra Matías de Gálvez y Ayssa su única derrota. Vencedor de varias batallas destacando a Trafalgar, donde logró derrotar a la flota francesa, la más importante y poderosa en su tiempo, comandada por el invicto Emperador Napoleón 1º, Bonaparte, en 1805. Siendo ahí que, heroicamente Lord Nelson murió a los 47 años. Anteriormente había perdido un ojo en la Batalla de Córcega. En la fallida conquista de Santa Cruz de Tenerife a los 35 años, perdió la mayor parte del brazo derecho. Sus hazañas se deben por ser un gran líder en la batalla, con gran carisma en todo momento, también por sus efectivas tácticas y estrategias navales, las cuales siempre eran dirigidas por su gran liderazgo personal. Horatio Nelson es distinguido por sus victorias como el 1er Vizconde Nelson y 1er Duque de Bronte, considerado uno de los mejores marinos que han navegado los océanos y cuya estatua lo inmortaliza en la fastuosa plaza Trafalgar de Londres, la columna que soporta su figura, fue hecha de la fundición de cañones, tanto españoles como franceses tomados en victoriosas batallas por él mismo. En esta batalla de Trafalgar, Lord Nelson al vencer a la gran armada francesa, llevó a la cúspide la supremacía de la flota inglesa, como la más grande, fuerte e importante por los próximos 100 años. Después de estos acontecimientos Ayssa fue a Cuba, regresando triunfante como gobernador de Jamaica en 1782, donde seguramente fue este maravilloso coco esgrafiado con diseños de mascaras, granadas y diversas frutas, cuya tapa tiene a su contorno la siguiente inscripción:
Por lo que se deduce sobre esta excelsa pieza, fue manufacturada celebrando sus hechos militares en Nicaragua, la cual se le debe de haber entregado para conmemorarlo unos meses después.
Estos peculiares objetos hechos de coco, se utilizaron para guardar preciados objetos como tabaco y especias. Se daban como un regalo de prestigio, conmemorando algún momento importante. Este en particular es engalanado con bisagras, jaladeras laterales, maravillosas piernas o patas en un bello trabajo en plata forjada y cincelada, terminando en peculiar manufactura alusiva a las patas del pájaro dodo (Dodo, Raphus cucullatus, especie de pájaro extinta). La pieza presentada es de calidad de museo. Instagram: @rodrigoriverolake y @galeriarrl Website: rodrigoriverolake.com Texto: Rodrigo Rivero Lake Imágenes: F.P. Derechos Reservados 2024
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