Juan Uría: una mirada original de la pintura uruguaya.

Juan Uría: 
una mirada original de la pintura uruguaya.

Juan Uría es un artista uruguayo con grandes inquietudes artísticas. El elemento principal de sus obras son flores y macetas, y es a través de éstos, que ha logrado concebir un estilo muy particular, generando así piezas únicas. 
Es por ésto que se ha convertido en una de las más importantes figuras emergentes de su generación.

 Txt: Laura Olivera

Del 21 de junio al 21 de Julio, presentó su muestra de pinturas en la ciudad de Montevideo, en el Café Tribunales. Nos acercamos a su exposición para entrevistarlo sobre sus obras y su carrera.


Primeros pasos
“Mi trabajo como artista comenzó en 1985 cuando, después de terminar la dictadura en Uruguay, decidí comenzar a volcar la energía que no estaba utilizando en la militancia política (que, como ya no era algo clandestino, no me resultaba tan divertido), para hacer obras artísticas. 

Desde 1992 pinto y expongo. Pinto todos los días porque, como decía Mao, para ser muy bueno, tenés que hacer dos horas de algo todos los días, y yo pinto todos los días más de dos horas”.  

De profesión panadero

Increíblemente, Juan es panadero, y de alguna forma, su trabajo de producción artística, está muy ligado a su profesión.

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“Las personas adquieren las disciplinas de trabajo y el hecho de haber trabajado muchos años de panadero, sumado a que mi horario de producción actualmente es nocturno, hace que pinte como en una fabrica, con producción en serie considerando la calidad de lo que hago pero también la cantidad. 

Necesito crear constantemente: siento que vagoneo cuando pinto poco. Eso se enlaza también con la tradición católica que vincula al amor con el sacrificio y aquello de que, si las cosas no son sufridas no son buenas”.


De flores y macetas

“Primero: no son solo cuadros de macetas y flores, o acaso, ¿has visto alguna flor así? En realidad son pinturas abstractas. El elemento de la flor se repite muchísimo porque uno como artista rescata elementos de la iconografía, de su entorno, de los medios. La maceta y la flor son dos elementos que están en todos los lugares de la civilización. Cuando el ser humano dominó la agricultura, domesticó a las plantas. Y eso es lo que permitió que escaláramos como sociedad y a la vez, permite un factor identificatorio de la obra con el espectador y un principio  de comunicación que luego puede extenderse.

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La relación del ser humano con la naturaleza es histórica y es un elemento que genera a la persona, una identificación con el cuadro que le permite comenzar a dialogar con la obra. 

Y el dialogo que se da es paulatino: son cuadros que están pensados no para ser mirados durante un momento, están pensados para ser mirados: una, dos…diez años porque dentro de diez años les seguirás encontrando cositas, detalles de formulación que es lo que pasa cuando una obra está bien pensada: la seguís mirando.  Cuando no, la mirás y seguís adelante. 

Hasta 1996 no hacía solo pinturas de flores y macetas, si no que las hacía de vez en cuando. 

Pero al mismo tiempo cuando cursé Bellas Artes, como chiste en todas las tareas, hice cuadros de macetas con flores en cada una de las premisas hasta el punto de que algún docente me dijo que si seguía haciendo cuadros con macetas y flores no me iban a pasar. Entonces las disimulé un poco más pero siguieron siendo macetas y flores.  
Así que desde los primeros dibujos del 85 hay macetas y flores por el asunto del rescate iconográfico. También hay otros símbolos como cruces, cuadriculados, cuadrados y embaldosados”

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Retratos digitales

A Juan le gusta regalar obras. Debido a su alta producción artística, obsequia sus pinturas a las personas que le caen simpáticas pero desde un tiempo a esta parte, ha comenzado también a crear y regalar retratos digitales.

El año pasado realizó setecientos retratos digitales personalizados que obsequió el día de cumpleaños a cada uno de sus amigos en Facebook, incluyéndome. 

“Los retratos digitales los hago con Micrografx Picture Publisher 6 que es de 1996, también uso el 7 que salió el año siguiente y el Paint. No necesito nada más para lo que quiero hacer.

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El proceso que realizo es el siguiente: agarro una fotografía que me gustó por la estructura de la foto, la posición del personaje o porque vi algo que me interesó y la trabajo en Picture Publisher. 
Después la copio y la pego en el Paint. Ahí usó la herramienta de recorte de forma irregular, luego corto florcitas, agrego detalles y después vuelvo al Picture Publisher, lo termino de trabajar allí y lo firmo.

En 2011 hice todos los cumpleaños de mis amigos, salvo cuando se me rompió la computadora que fue dos veces en el año”.  

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Texto: Laura Olivera
Fotografías: Laura Olivera / Juan Uría
Edición: Bloody Pie Editorial
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