Dice Valerie Steele que culpar a la moda por promover los desórdenes alimenticios sería como culpar a las telenovelas por las altas tasas de divorcio o al rock and roll por el aumento en el consumo de drogas. Sé que esto resuena como un tema polémico, pero después de lo que se vio el domingo 5 de enero en la entrega de los Globos de Oro me hizo pensar en que ciertas expresiones de la cultura, nos gusten o no, sin lugar a dudas son parte del espíritu de los tiempos. Hago mención, por supuesto, del maravilloso discurso que dio Demi Moore al recibir el premio a Mejor Actriz por la cinta “La Sustancia”, pero también me refiero al tema tan fuerte y actual que toca esta película –y parte de la obra de su directora Coralie Fargeat—porque de pronto me pregunto ¿la obsesión con la edad es una moda o es el espíritu de nuestros tiempos? Es cierto que durante muchas décadas la moda se ha caracterizado por producir imágenes inalcanzables que nos muestran mundos poco realistas: cuerpos sin vellos ni poros ni arrugas, musculaturas tonificadas al límite sin un ápice de grasa, cabelleras brillantes e hidratadas, bellezas más allá de lo hegemónicamente perfecto. No entraré en la discusión acerca de quién tiene la culpa, si aquellos que producen las imágenes o quienes las consumen. Pero lo que es cierto es que la moda va siguiendo la normativa, ¿quién la dicta? Posiblemente un poco del sistema (sin rostro ni nombre) y un poco quienes consumen (una masa que tampoco tiene cara ni identidad).
La gran pregunta es, cuando vemos el impacto que una figura como Demi Moore tiene en los medios, ¿está de moda ser joven o está de moda reconciliarse con tu edad? Aunque quizá lo más importante es reflexionar sobre algo más profundo.
Decía Guillaume Erner en su libro Sociología de las Tendencias, “hay que saber distinguir entre una tendencia de moda y las costumbres de una sociedad”, creo que vale la pena pensar si no somos una sociedad acostumbrada a juzgar el paso del tiempo, a los cuerpos diversos o a las personas queer, más que pensar en buscar en la moda a los culpables. No lo sé, de momento me quedo pensando en que el cierre perfecto para La Sustancia no es el final de la película, es Demi Moore diciéndome desde la pantalla de mi teléfono “mientras estaba en un punto bajo, apareció un mágico, atrevido, valiente y muy loco guión (…). El universo me dijo que no estaba acabada”. Y sí, a pesar del paso del tiempo, de mi presunta resistencia a la modernidad, de mi edad, de mis arrugas y mis canas, sé que tampoco lo estoy. Instagram: @GuillermoLeónLB Podcast: El Reino de la Historia de la Moda Website: guillermoleon.com.mx Texto: Guillermo León Imágenes: F.P. Derechos Reservados 2025
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