En el icónico barrio de La Boca, cerca del río de la Plata y del estadio de la Bombonera, entre murales de Maradona, bailarines de tango y los vibrantes colores azul y oro que llenan de vida a esta parte de la ciudad de Buenos Aires, se encuentra la Fundación Proa, un faro de la cultura en medio de una marea de turistas. Aquí, entre calles empedradas y el bullicio de los paseantes, se ha inaugurado la exposición "Espejos de México", que promete ser un hito en la exploración de la identidad y el arte contemporáneo de esa nación. Julieta Aranda, Abraham Cruzvillegas, Rafael Lozano-Hemmer y Damián Ortega, cuatro artistas mexicanos de renombre en la escena internacional, presentan aquí obras de grandes dimensiones, cada uno en una sala distinta del espacio: un conjunto potente de diversas materialidades y soportes, que desafía la percepción y reflejan la riqueza del arte contemporáneo mexicano. Julieta ArandaJulieta Aranda. Stealing one's own corpse (an alternative set of footholds for an ascent into the dark). Traje de vuelo, alambre, impresión 3D, espuma, arcilla, alfombra, red, silicona, madera, cuerda, papa. Video monocanal (12 min). La travesía por esta exposición de múltiples narrativas comienza en la primera sala con la videoinstalación de Julieta Aranda de sugestivo título “Robar el propio cadáver (un conjunto alternativo de puntos de apoyo para un ascenso a la oscuridad)”, obra surgida luego de que la artista fuera invitada a participar en un vuelo de gravedad cero. En este trabajo, Aranda explora el impacto del progreso científico imaginando una posible “ruta de escape” para la raza humana en estos tiempos abrumadores; o como señala el curador Cuauhtémoc Medina en el texto del catálogo, “la crisis incipiente de una era”. Este proyecto dio forma a una serie de video instalaciones que conforman una aguda reflexión sobre los acontecimientos sensoriales y conceptuales del sujeto contemporáneo frente a la tecnología, la inteligencia artificial, los viajes espaciales y las hipótesis científicas. Abraham CruzvillegasEl recorrido continúa con una suerte de solo show de Abraham Cruzvillegas, de diversas obras realizadas con materiales locales y reciclados, como monumentos efímeros que invitan a reflexionar sobre la desigualdad económica y la opresión, subrayando la reutilización y la creatividad frente a la escasez. Conocido por su concepto de "autoconstrucción", Cruzvillegas presenta esculturas e instalaciones efímeras realizadas con materiales encontrados y en desuso, resaltando la capacidad creativa de transformar la realidad a partir de lo que tenemos a nuestro alrededor. La pieza central -un site specific- fue realizada con materiales de la industria siderúrgica mientras que las pinturas exhibidas alrededor fueron realizadas con una mapa y escoba, en una suerte de ritual performático. Rafael Lozano-HemmerEn el siguiente espacio, Rafael Lozano-Hemmer -el primer artista en representar a México en la Bienal de Venecia- presenta una impactante instalación inmersiva que da cuenta de su constante interés por las herramientas digitales. “Matriz de voz” es una instalación que se activa cuando el participante habla por un intercomunicador, que hace visible su voz a través de los destellos de luz. Luego, un patrón único de parpadeo se almacena como un bucle en la primera luz de la serie, iluminando la pieza completa. Cada nueva grabación empuja todas las anteriores una posición hacia abajo, y gradualmente se puede escuchar el sonido acumulado de las 882 grabaciones anteriores. El artista invita a los participantes a citar poesías y frases con sentido para ampliar el significado de la obra. Damián OrtegaDamián Ortega, cuya práctica se sitúa en la intersección de la instalación, la escultura y el cine, presenta una de las obras más reconocidas de su trayectoria: “Cosmic Thing” en la que disecciona un vocho (un Volkswagen Beetle modelo 1998) que él mismo compró para suspender sus partes en el espacio, creando una especie de explosión congelada, que sugiere tanto la deconstrucción de la pieza como la fragmentación de las ideas que representa. El vehículo de origen alemán producido en la fábrica de Volkswagen en Puebla, se convirtió en 1971 en el taxi oficial del entonces Distrito Federal, circulando de a millones por las calles de la extensa capital, devenidos en verdaderos fetiches urbanos (reemplazados hoy por los Tsurus). En sus proyectos de gran formato, Ortega suele desarmar y reconfigurar objetos de la vida cotidiana para revelar las estructuras invisibles que los construyen y exponer así reconsiderar su funcionalidad y nuestra relación con el consumo. Como en las escenas post créditos de una película, y en diálogo con esta misma exhibición, el próximo 4 de agosto se inaugura en Proa 21 -espacio experimental de Proa, ubicado a unos pocos metros de distancia- la exposición del artista belga-mexicano Francis Alÿs, en base a su reconocido trabajo “Cuando la fe mueve montañas”. El conjunto en Fundación Proa propone un recorrido por la riqueza del arte mexicano contemporáneo a través de un dinámico mosaico de obras monumentales de cuatro artistas de renombre, en un guiño -a través de su título- a la capacidad de los espejos de reflejar diversas realidades y perspectivas, así como la multifacética identidad de México, una nación rica en historia, tradición y modernidad. Artículo por Mercedes Ezquiaga, autora del libro "Todo lo que necesitas saber sobre arte argentino", de Editorial Planeta. Instagram: @mercedesezquiaga Linktr.ee: Mercedesezquiaga Texto: Mercedes Ezquiaga Imágenes: Gentileza Fundación Proa Derechos Reservados 2024
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