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Encontrar la felicidad y la libertad no depende de escapar del dolor, sino de aprender a habitar el momento presente. Tras convivir diez días con Tommy Rosen y aprender su método Recovery 2.0, puedo ver una vez más que el Yoga, más que una práctica, es un estilo de vida capaz de transformar la relación con la adicción y abrirnos a una vida de plenitud. Una experiencia transformadora Hace unos días regresé de una experiencia que me marcó profundamente: diez días de aprendizaje con Tommy Rosen, autor del libro Recovery 2.0: Life Beyond Addiction. Compartí ese espacio con un grupo de treinta personas, todas en algún punto del camino de la recuperación. Lo que viví ahí es evidencia clara de que el Yoga no es solo una práctica en el tapete, sino un verdadero estilo de vida capaz de transformar la relación que tenemos con nosotros mismos y con la adicción. Estar en un círculo tan íntimo me permitió ver de cerca algo que ya intuía: la adicción es, en esencia, una forma de desconexión. Desconexión del cuerpo, de las emociones, de la comunidad y, sobre todo, de lo sagrado de la vida. Y la recuperación, más que la simple abstinencia, es el proceso de volver a conectar. Conectarse con uno mismo es esencial en este proceso. Hoy entiendo las adicciones como “cualquier comportamiento repetitivo que sabes que daña tu salud y bienestar, pero que sigues haciendo”. Más allá de dejar de consumir En el enfoque tradicional, dejar la sustancia o la conducta compulsiva suele verse como la meta. Pero lo que Rosen enseña —y lo que viví durante esos diez días— es que esa es apenas la primera puerta. La verdadera recuperación es aprender a vivir en libertad, con claridad y propósito. En el curso descubrí herramientas sencillas y poderosas:
Cada una de estas prácticas es una pieza del rompecabezas. Juntas, forman un estilo de vida que sustituye la compulsión con conexión y vitalidad. El campo de la adicción Uno de los conceptos que más me impactó fue el del “campo de la adicción”. Rosen lo describe como ese espacio mental y emocional donde la compulsión domina: el lugar donde parece imposible resistirse al impulso de repetir un patrón. Durante el retiro aprendí que reconocer la entrada a ese campo es el primer paso para salir de él. Ahí, el Yoga ofrece un mapa. La respiración se convierte en ancla, la meditación en espejo, el cuerpo en vehículo de sanación. La práctica nos recuerda que siempre podemos elegir regresar al presente. Y ese presente, aunque a veces incómodo, es infinitamente más liberador que la prisión de la adicción. Recovery 2.0: un viaje de por vida Tommy Rosen insiste en que la recuperación no es un destino final, sino un viaje permanente. Un proceso en el que la práctica diaria se convierte en sostén, y donde cada elección —lo que comemos, lo que pensamos, con quién nos relacionamos— nos acerca o nos aleja de la libertad. Al convivir con él y con el grupo, comprendí que la adicción puede tomar muchas formas: sustancias, relaciones, comida, trabajo, incluso pensamientos recurrentes. Todos compartimos, en mayor o menor medida, esa lucha con la compulsión. Y también todos compartimos la capacidad de despertar y vivir más allá de ella. Un estilo de vida de presencia
Al volver a casa, lo que me llevo no son solo técnicas o frases inspiradoras, sino la certeza de que la recuperación auténtica requiere una práctica espiritual cotidiana. El Yoga, entendido en su sentido más amplio, me ofrece exactamente eso: una manera de vivir con atención, con gratitud y con apertura. Hoy puedo decir que para mí la recuperación no es únicamente liberarme de lo que me ata, sino abrazar un estilo de vida que me permite estar más presente, más consciente y más conectada. Como dice Rosen: “La recuperación es vivir libre de la adicción y de la obsesión, y avanzar hacia una vida llena de propósito y conexión”. En ese camino, el Yoga no es accesorio: es brújula, refugio y fuente de libertad. Hoy, orgullosamente, les comparto que he completado mi entrenamiento como coach profesional para apoyar a personas en recuperación de cualquier adicción. La oportunidad de compartir este método y que poco a poco seamos más los que queremos vivir conectados y en consciencia de bienestar integral me llena el corazón y de esperanza. ¡Nos vemos en el tapete! Sat Nam! Namasté! Instagram: @alequinterooria Website: alequinterooria.com Texto: Alejandra Quintero. Bibliografía: Libro "Breathing for yoga. Transform your practice!" de Patrick McKeown y Anastasis Tzanis. Prefacio de James Nestor. Imágenes: F.P. Derechos Reservados 2025
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